“Con seguridad desfallecerás tú, y también este pueblo que está contigo, porque el trabajo es demasiado pesado para ti. No puedes hacerlo tú solo” (Éxodo 18:18)
“Y enséñales los estatutos y las leyes, y hazles saber el camino en que deben andar y la obra que han de realizar” (Éxodo 18:20)
“Y que juzguen ellos al pueblo en todo tiempo; y que traigan a ti todo pleito grave, pero que ellos juzguen todo pleito sencillo. Así será más fácil para ti, y ellos llevarán la carga contigo” (Éxodo 18:22)
En todo tiempo, delegar bien es todo un arte: Escoger las personas, enseñar y no delegar lo indelegable.